domingo, 17 de octubre de 2010

Déjame libre.

De nada me sirve que me prometas la luna si no puedes alcanzarla.
De nada me sirve que me prometas un mar si no puedes sostenerlo entre tus manos
De nada me sirve que me regales tantos te quieros, te quieros escritos por un teclado de ordenador, te quieros grabados en una retina cuándo un te quiero susurrado al oido, un te quiero en vivo y vivo sabe mejor.
De nada me sirve que prometas que volverás cuándo ni sabes lo que quieres.
De nada me sirve que me marees más porque como consigas mareame de verdad voy a entrar en un mundo dónde daré tantas vueltas que ni yo misma voy a saber dónde está el norte ni dónde estás ya tú.
Déjame marcharme a otro lugar dónde los indecisos no existen, dónde las promesas existen, dónde los te quieros son con besos y caricias.
Déjame irme dónde me despierte con un buenos días princesa, un beso en la mejilla, un quédate a mi lado de por vida.
Déjame irme, porque si no quieres volver, tú tan sólo déjame libre.