lunes, 21 de junio de 2010

Un lugar en las alturas.

Sueño, y soñando voy viajando hacia otro mundo. Siempre es el mismo sueño, una y otra vez.
Cuando sale el sol, yo peleo para seguir dormida, para seguir mi sueño, para seguir en ese lugar. Porque es sólo así como huyo de la vida, de la realidad, de tu ausencia, dormida me quedo en ese lugar.
Vente conmigo allí, escapémonos, que yo preguntaré si podemos quedarnos.
Puedes llevarme tan alto, hacia ese lugar donde los ciegos ven.
Que por tí, sacrificaría mis noches y mis sueños si pudieras hacer que aquel lugar se hiciera realidad, ya que la única diferencia entre estos dos mundos en el que yo sueño, es que cambiamos nuestro odio por amor.
Así que llévame allí, escapémonos y no me sueltes de la mano nunca más.

lunes, 7 de junio de 2010

Marcas de amor.



Una y no más. Todo mentira. Empieza con una y acaba con mil y una más.
Una y no más. Todo mentira. Viene el primer perdón, el primer llanto y acaba convirtiéndose ese acto en una canción.
Una y no más. Todo mentira. Te quiero, eres lo que más quiero. Te quiero tanto que te pego.

No cambian. Una verdad.
No te quieren. Una verdad.
Todo mentira, todo mentira...

Su grito debería de ser un susurro al oído.
Los insultos deberían de ser piropos.
La humillación, debería de ser halagos.
Un tortazo debería ser una caricia.
Una violación, debería de ser deseos de amor.
Un forcejeo debería convertirse en un romántico baile.
Hay tantos deberías...

No se daña a quien se quiere...

miércoles, 2 de junio de 2010

Reconciliación.

Presente:
Ring, ring, cinco tonos de espera, una cinta en marcha y un pitido.

Ella.
Llevaba 10 minutos delante de aquella puerta, parada, pensativa. Hizo dos amagos de llamar al timbre, aún teniendo la llave en la mano pero no lo llevó a cabo.Llevaba dos semanas sin aparecer por allí, su casa. La decisión de tomarse un tiempo para ella, planificar su vida, ordenarla, y pensar lo que realmente quería había sido iniciativa suya y desde aquella tarde que preparó su maleta no volvió a aparecer por allí hasta hoy. Seguía delante de aquella puerta, tomó aire, de nuevo pensó en llamar aunque finalmente decidió abrir la puerta.

ÉL
Sentado, de pie. Se volvía a sentar, se volvía a poner de pie. Una calada, dos, tres. Nervioso, no sabía dónde esperarla. Desde que la tarde anterior escuchó de nuevo su voz grabada en el contestador diciendo que volvía a casa no fue persona, deseaba volver a verla, la había echado tanto de menos. Su ausencia, la soledad en casa, también reflexionó sobre todo.

Ellos
La llave no había girado del todo cuando él ya estaba en la puerta. Ella abrió. Frente a frente. Se miraron. Él sonrió. Ella sonrió. Fuertemente se abrazaron. Silencio. Otro abrazo. Miradas, caricias, besos, de nuevo otro abrazo. Lágrimas, sonrisas, más caricias, muchos más besos. Ella cerró la puerta con el pie. Una camisa arrancada con deseo en el suelo. Una blusa desabrochada con pasión que tambien acabó en aquel suelo.Un zapato, un tacón, un pantalón, un sujetador...
Una cama, reconciliación.