miércoles, 28 de abril de 2010

Aquí.


De un golpe se abrió la puerta, bajó las escaleras corriendo,temblando, le faltaba aire pero ella continuó su carrera por el pasillo hasta llegar a esas rodillas en las cuales se sentó de un salto. Apoyó su cabeza en su pecho, pum-pum, pum-pum, aquel sonido la apaciguaba y agarrando fuertemente aquel torso se hizo una rosca y quieta pero inquieta se quedó.
Tras varios minutos de silencio, de relajar esa respiración entrecortada, pronunció esa frase, familiar y esperada.
- He vuelto a tener esa pesadilla.
- Lucía te he dicho mil veces que no te atiborres de comida antes de irte a la cama.
- No lo hice, créeme. Es la misma pesadilla de siempre.
Acto seguido su rostro en el que tan sólo hacía unos segundo reflejaba miedo ahora reflejaba tristeza. Apretó sus manos, agachó la cabeza, sus ojos a punto estaban de rebosar cuando sintió esas manos en sus brazos como la agarraron firmemente, la separó unos centímetros de él, los suficiente para que se pudieran ver las caras.
- Mírame y mírame bien y no me oigas, escúchame.
- Estoy y siempre estaré aquí.
Lucía no contestó. Ahora ese rostro triste cambió a uno relajado, confiado y muy despacito desenfundó una pequeña y leve sonrisa. Respiró profundamente y volvió a colocar su oreja en ese pum-pum. Él la rodeó con sus largas y grandes manos, empezó a mecerla hasta que ella se durmió.

4 comentarios:

  1. Solo con leer el título del blog, me he enamorado.
    Me ha encantado el texto, me siento muy identificada.
    Espero que sigas escribiendo y te pases por el mio y podamos compartir esperiencias y relatos, por supuesto.
    Encantada!

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  2. Gracias Alejandra! El título del blog es más que un título, algún día escribiré algo sobre el. Me alegra saber que te ha gustado mi blog, ya te hice un comentario en el tuyo. Un saludo!!

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